El nuevo restaurante del equipo de Mont Bar abre sus puertas en el Eixample para hablar de producto excelso y cultura de bar.
Mediamanga ofrece una carta de bar de barrio evolucionado, de base clásica en cocciones, moderna en combinaciones y presentación.
Tras consolidar la cocina y propuesta de Mont Bar, el equipo del gastrobar del Eixample acaba de inaugurar un segundo establecimiento. En el local aledaño, cuatro meses han servido para erigir un bar moderno, de reminiscencias decorativas modernistas y de ArtDeco, una oda al producto que se consagra en carta y espacio con una cocina integrada totalmente en la sala. Es Mediamanga, y acaba de abrir sus puertas como homenaje gastronómico al bar de barrio. Cocochas con jamón en salsa verde; salmorejo con boquerones fritos para comer en plato; bocadillo de ventresca de atún, o su versión de la ensaladilla rusa aquí con harissa verde. Platos de siempre con detalles que se presentan ante el comensal con vajilla cuidada -de cobre o latón también-, completando una experiencia de bar gourmet.
Iván Castro y Manel Arjó –copropietarios de Mediamanga- disfrutan con el horario continuado, el trampantojo y la última técnica aplicada al producto de Mont Bar pero querían más, y querían menos. Les obsesiona el producto de calidad y se han inventado un espacio para venerarlo con memoria. “Un vínculo al recuerdo gustativo de los platos de bar donde, aplicando lo justo las manos del cocinero, conseguimos extraer la esencia de ese producto que conocemos en su mejor versión”, comenta Castro. Parten de una materia prima excelente -espardeñas de Roses, espárragos de Navarra, carrillera ibérica de Arturo Sánchez, jamones Maldonado o aceite Verde Esmeralda- para que Javier Méndez, chef del establecimiento, reformule y presente.
Un bar en carta…
El producto juega con cocciones y tiempos en una carta que reinterpreta recetas de toda la vida. Empanadilla de rabo de buey con salsa de choco; lomo bajo con 55 días de maduración; rodaballo grenoblese; tallarines a la manzanilla, o baba con palo cortado. Platos de base que comparten servicio con raciones de bar y producto excelso para maridar con alguna de las 150 referencias de todo el mundo con las que cuenta el local. Es el caso de los langostinos de Sanlúcar en tomate aliñado, los berberechos de las Rías, el ajoblanco; los huevos fritos con espardeñas o jamón, o las ostras, también presentes en carta a la meuniere con cítricos y caviar.
Y espacio
Un colmado moderno, recreado aquí en una adaptación del icónico diner americano mezclado con el estilo de vida mediterráneo. Las columnas alicatadas y los arcos que se van repitiendo a lo largo del espacio son elementos propios de la típica masía catalana, que contrastan con la barra principal de triple media caña y revestida en mármol y acero. A su alrededor, mesas altas y bajas que comunican tanto con la cocina como con el exterior, con ventanales abiertos. Tras la cocina y la partida de fríos y postres, también vista, una salita con mesas altas hace las veces de sala de espera, para empezar la velada con los aperitivos. La acabarás como quieras, con gintonics y copeo de calidad, y hablando con los cocineros. Porque un bar del s.XXI es